En plena llanura manchega al oeste de la provincia de Albacete y compartiendo este oasis con Ciudad Real, donde nace el rió Guadiana, encontramos este paraje conocido como las Lagunas de Ruidera y declarado parque natural por el Gobierno de Castilla La Mancha en el año 1979.
Junto a las Tablas de Daimiel componen la reserva de la biosfera denominada la Mancha humeda, un autentico oasis de frescor y de vida en unas tierras azotadas por los intensos calores y sequías estivales.
Este acuífero se compone de 15 lagunas situadas a diferentes alturas y separadas unas de otras por unas formaciones geológicas conocidas como barreras traverniticas que en épocas de lluvias crean cascadas y saltos de agua al rebosar de unas a otras.
Todo el valle que aloja las lagunas de casi 4000 ha, está rodeado de bosques de encinas, salpicados de sabinas albares (especie protegida) de madera dura y aromática, muy apreciada.
La vegetación de las orillas encharcadas de las lagunas, en las que reside una gran parte de su valor ecológico sirve de cobijo a una diversa fauna, sobre todo de aves acuáticas.
Pertenecen al termino de Ossa de Montiel la mayor parte de las lagunas, conocidas con los nombres de Embalse de Peñarrolla, Cenagosa, Coladilla, Blanca, Cueva Morenilla y Del Rey todas estas en la provincia de Ciudad Real y en la provincia de Albacete son algunas mas conocidas con el nombre de Batana, Santos Morcillo, Salvadora, Lengua, Redondilla, San Pedro, Tinaja, Tomilla y Conceja.
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